jueves, 22 de septiembre de 2011

El disparo en la cara de Jack

          Conforme vemos pasar nuestra vida, nuestras aspiraciones crecen a pesar de que las oportunidades se van reduciendo. "Dale el suficiente tiempo y el porcentaje de supervivencia baja a cero." Aun así nos esforzamos, en la medida de lo posible, en alcanzar dichas metas, conseguir nuestros propios logros y "aclimatarnos" a nuestro entorno. Pero... ¿es esto suficiente? En el supuesto de que estuviésemos equivocados, ¿tendrían esos méritos alguna importancia?

          En nuestra sociedad, hoy en día, deben haber muchísimas personas como Jack, mucho nihilista pasivo. Y eso no supone mayor problema a nivel general, ya que mientras sigan viviendo, mientras no les falten los medios de una sociedad moderna, no habrá ningún problema. Pero, ¿hasta que punto esa persona esta desaprovechando un potencial humano que, desde una perspectiva socialista, deberíamos poder disfrutar todos? Por no hablar de la satisfacción que a él mismo le producirá.

          Jack, en un intento de subsanar tal deficiencia, crea a su alter-ego Tyler Durden. A rasgos generales, es todo lo que él desearía ser. "Me veo como quieres verte, follo como te gustaría. Soy listo, capaz y, aun más importante, libre en todos los aspectos que tú no lo eres."

          Por desgracia, termina por perder el control, y lo curioso es como Jack se libera de él. Fue bien sencillo: si Jack era Tyler, si no Jack, no Tyler. Y se disparó en la cara.

          Este tiro no le mata, pero sí acaba con Tyler. El tiro simboliza el control que toma de si mismo en ese momento, superando todos sus miedos y aceptando qué a lo único que se tiene que enfrentarse es a su libertad. Y solo en ese instante, deja de ser necesaria su enajenación, es capaz de terminar con todo su metamundo y enfrentarse a la realidad en la que se encontraba.

          Todos, de algún modo, necesitamos ese alter-ego, esa aspiración perfecta, ese Dios que seriamos nosotros. Pero esto no puede devorarnos, como ninguna otra cosa en la vida, a la cual hemos de enfrentarnos con toda nuestra ferocidad, fuerza y decisión, aceptando que si debemos de hacer algo, debemos hacerlo. Si no se tiene la fuerza de voluntad necesaria, uno dejará de tomar sus propias decisiones, y otras fuerzas le arrastraran. En ese momento el precio a pagar por su liberación, quizás, sea demasiado alto. Por esta sencilla razón, cualquier acto, por descabellado que parezca, puede tener toda su lógica interna y utilidad, ya que puede significar la diferencia entre ser un esclavo o no.

          Es importante ser lo que deseamos, por una simple relación de igualdad entre lo felices que somos y el bien que podemos hacer a los demás. Cuanto más potencial tenga una persona, más bueno podrá ser con el resto. No necesitara crear enajenaciones tan firmes que modifiquen su propia existencia. Y en ese momento, se será libre.

          "La libertad no hace felices a los hombres, los hace simplemente hombres." - Manuel Azaña

2 comentarios:

  1. Me gustó la definición "nihilistas pasivos". Lo único que no me gustó fue que lo llamaras "Jack" cuando siempre fue "El Narrador", creo que justamente para darle esa característica de hombre de clase media-alta sin rostro e identidad.

    Buen post, saludos desde Uruguay

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  2. Me encanta.. the fight club tiene mucho que dar de sí para reflexionar.
    primera frase, último párrafo y última frase son grandes conclusiones..
    El ser humano es un soñador por naturaleza..
    y en cuanto a lo otro la sinceridad con uno mismo ayuda a los otros a saber cómo interpretarte en vez de interpretar a una máscara cambiante que se esfuerza en gustar a todos.

    Itzi.

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