Hay cierto cansancio mágico,
trágico si no se duerme mucho,
insomne e instigador de mundos.
Agujeta mental en la cabeza,
desesperado metal que no despierta
anclado, sellado con seguridad extrema.
Mirada agotada abdica
abrazada a la peor de las ráfagas,
y nada refleja callada.
¡Clamor de las oscuras noches
que cantan al alba sagrada!
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